Por: Jorge L. Urbina M
La IA nos informa hoy que El Papel Periódico de la Ciudad de Santafé de Bogotá fue el primer periódico impreso en Colombia. Se publicó por primera vez el 9 de febrero de 1791. El fundador fue Manuel del Socorro Rodríguez con el objetivo de ofrecer a los lectores de Santafé una «utilidad común» para la patria. Los primeros 259 números se imprimieron en la Imprenta Real de Don Antonio Espinosa de los Monteros. A partir de 1796 se editó en la Imprenta Patriótica.
Tanto ayer como hoy, el periodismo ha enfrentado muchos retos. Uno de ellos, es enfrentar la verdad y hablar de ella con todos los argumentos sólidos que no admiten contradicción alguna y que nos conduce a la veracidad de los hechos.
Contrario a ello, también se ha enfrentado a la mentira, que es la forma en que el impío maneja estratégicamente la maldad a su antojo para manipular, persuadir, seducir y engañar. La mentira es el arma del perverso que la utiliza para practicar y conseguir sus fines.
A las letras del periodismo serio, objetivo, veraz e imparcial (¿Todavía existe?); bueno si, al verdadero periodismo, le debemos el reconocimiento por comunicar nuestra historia contemporánea en varios aspectos del mundo global, construyendo nuestra memoria histórica de la geopolítica que nos mueve en varios aspectos de la vida: Ciencia, educación, salud, cultura, política, economía, deportes, arte, tecnología. La lista es interminable.
El periodismo de ayer nos enfrentó al reto de construir y hacer historia con la información tomada desde el lugar de los hechos, confrontar y enfrentar personajes, analizar profundamente antes de escribir y publicar; confirmar antes de decir. Este periodismo se vivía con pasión y amor. Por amor al arte, al arte de las letras del periodismo.
La práctica del periodismo nos llevó incluso a enfrentarnos a la muerte en los tiempos de los grupos armados al margen de la ley. Muchos fueron secuestrados, utilizados como mensajeros para el gobierno e incluso perseguidos y asesinados.
En Colombia tocó vivir la época dura de la guerra del Gobierno contra las Farc, EPL, Quintín Lame, M-19, ELN, los narcos de Pablo Escobar Gaviria, Los Ochoa, Gonzalo Rodríguez Gacha, el cartel de Cali con Gilberto Rodríguez Orejuela, Miguel Rodríguez Orejuela, José Santacruz Londoño, Hélmer Herrera, Víctor Patiño Fómeque, Phanor Arizabaleta y Henry Loaiza.
Igualmente, el exterminio político de muchos guerrilleros desmovilizados; de los miembros Unión Patriótica y por supuesto de grandes políticos como Luis Carlos Galán Sarmiento y de Álvaro Gómez Hurtado. También fueron presas de las balas y bombas asesinas periodistas como Jaime Hernando Garzón Forero, un abogado, pedagogo, comediante, actor, locutor, periodista, político, activista y mediador de paz colombiano.
Recordamos a Guillermo Cano Isaza, periodista, escritor, director del periódico El Espectador entre 1950 hasta 1986. Fue asesinado al salir de la sede del periódico. Su crimen fue declarado en 2010 por la Fiscalía General de la Nación como delito de lesa humanidad, al hacer parte de “un plan sistemático y generalizado” que los narcotraficantes colombianos desarrollaron en aquel momento contra periodistas, líderes y dirigentes políticos que defendían la extradición; lo que significa que las investigaciones por este hecho no prescribirán.
El periodismo de hoy es diferente. Se hace y practica desde cómodas oficinas con escritorio, teléfonos celulares y aire acondicionado. El Periodismo de hoy es poco frentero muy poco analítico; muy amarillista y le encanta las falsas noticias. Igualmente predomina el interés económico de los propietarios de los medios de comunicación que han sido comprados por los grandes conglomerados económicos y su verdadero fin es el recaudo de grandes sumas de dinero proveniente de las arcas del Estado.
El periodista de hoy, está sujeto a la voluntad salarial y esclavista de los propietarios de medios que compran conciencia y manipulan periodistas, información y fuentes de información. Además, depende mucho de las redes sociales y de lo que ahí se dice, sin confrontar y enfrentar los hechos reales y la verdad. todo se toma como cierto e inmediatamente se comparte como noticia sin siquiera concluir que es un canal de manipulación para desinformar de la verdad con fines perversamente propios.
La academia, tal vez aún un poquito independiente, pero al interior de las aulas en donde está el profesor, el periodista de ayer formando futuros periodistas, tienen la directa obligación ética, moral y profesional, de rescatar este loable oficio y repensar el poder regresarle el valor perdido.
El autor es C.S. Periodista egresado de la Fundación Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano. Escritor y Teólogo. Director de aznoticias.com.co y azradio.com.co