El fortalecimiento de la autonomía económica de las víctimas del conflicto armado es una prioridad de la Unidad para las Víctimas. Por esa razón, iniciamos la entrega de 2.000 unidades productivas que beneficiarán a víctimas de desplazamiento forzado en diversos territorios del país.
Esta iniciativa es liderada por la Subdirección General y el Grupo de Retornos y Reubicaciones de la Unidad y surgió con el objetivo de impulsar la integración comunitaria y el arraigo territorial de las víctimas de desplazamiento forzado, a través de la consolidación de un proyecto de emprendimiento familiar que les permita superar la condición de vulnerabilidad a la que han estado expuestas.
“Estas entregas dan muestras de que la reparación no está agotada solo con las indemnizaciones individuales. Las unidades productivas familiares abren el campo de la economía para la vida, que ofrece unas dinámicas mucho más sostenibles para las víctimas del conflicto armado, en el sentido de que la reconstrucción de sus proyectos de vida necesariamente pasa por una autonomía económica”, afirmó Omar Fernández Obregón, subdirector general de la Unidad para las Víctimas.
Con una inversión de $18.083 millones, este convenio materializa los emprendimientos de 2.000 víctimas, 1.535 de ellas mujeres cabezas de hogar, en 45 municipios de los departamentos de Antioquia (166), Amazonas (60), Atlántico (33), Bolívar (120), Boyacá (50), Cauca (160), Caldas (55), Caquetá (70), Cesar (60), Córdoba (50), Chocó (230), Cundinamarca (70), Huila (50), La Guajira (30), Magdalena (51), Meta (30), Nariño (150), Norte de Santander (90), Putumayo (50), Risaralda (25), Santander (50), Sucre (50) y Valle del Cauca (200), y la ciudad de Bogotá (100).
Entre las dotaciones que reciben las familias se encuentran equipos como congeladores, hornos, freidoras, licuadoras, estufas, ollas, vajillas, entre otros; mobiliario, productos alimenticios y materias primas, en las líneas de negocio de cafetería, litografía, heladería, panadería, restaurante, salón de belleza, barbería, papelería, tienda de abarrotes, comida rápida, confecciones y artesanías. La entrega se realiza en dos modalidades: Emprendimiento, para los negocios que se crean desde cero; y Fortalecimiento, para familias cuyo negocio ya existe.

“Es un sueño hecho realidad tener mi propio emprendimiento familiar. Me siento bendecida por haber salido beneficiada y por recibir la dotación de un computador, fotocopiadora, vitrina, mesa y sillas que me ayudarán en mi unidad productiva de papelería”, contó Doris Valencia, emprendedora de Buenaventura, Valle del Cauca.
Quienes son beneficiarios de este convenio, fueron seleccionados a través de un proceso riguroso que abarcó a las 20 direcciones territoriales de la Unidad para las Víctimas. En el primer filtro, se verificó que cada uno de los aspirantes cumpliera los requisitos de estar incluido en el Registro Único de Víctimas (RUV) bajo el hecho victimizante de desplazamiento forzado y se validó que no hubiese recibido una unidad productiva previamente.
Durante este proceso, se implementó una Ruta de Acompañamiento Individual en la que las 2.000 víctimas identificadas manifestaron la intención de recibir el acompañamiento para realizar la solicitud, evaluar su viabilidad y hacer la postulación. Luego, se adelantó un proceso de formación en tres talleres donde se fortalecieron las capacidades y habilidades productivas y financieras de los futuros emprendedores.
Luego de esta entrega, la Unidad seguirá gestionando el apoyo a los emprendedores de estas 2.000 unidades productivas y les hará seguimiento para que accedan a la oferta institucional de entidades como el Sena, para que los proyectos tengan estabilidad y se mantengan en el tiempo como una fuente de generación de ingresos familiares.
La Unidad para las Víctimas reitera su compromiso con la reparación integral de las víctimas del conflicto armado, promoviendo la autonomía económica y la inclusión social como pilares fundamentales para la construcción y consolidación de la paz.