“Este es el Gobierno de la vida, de la paz, y así será recordado”. Así lo manifestó el Presidente Gustavo Petro en su discurso de posesión, en el que enfatizó que “se acabaron los ‘no se puede’ y los ‘siempre fue así’. Hoy empieza la Colombia de lo posible. Hoy empieza nuestra segunda oportunidad”.
Ante una plaza de Bolívar totalmente llena, el Jefe de Estado tomó juramento ante el Presidente del Congreso, Roy Barreras, a las 3:15 de la tarde, cuando les dijo a los colombianos y colombianas: “Juro a Dios y prometo al pueblo cumplir fielmente la Constitución y las leyes de Colombia”.
En sus palabras destacó la presencia y el apoyo de su familia y comentó que “llegar aquí indudablemente implica recorrer una vida. La vida inmensa que nunca se recorre sola. Aquí está mi madre, Clara; nada existiría en mi mente en este momento sin ella. Aquí está mi padre, Gustavo, caribeño; aquí están mis hermanos Adriana y Juan, que me aguantan”.
“Aquí están mis hijos, Nicolás Petro, Nicolás Alcocer, Andrea y Andrés, Sofía y Antonella, mis pequeñas que florecen de corazón y alma”, anotó.
Se refirió a la Primera Dama, Verónica Alcocer, y dijo: “Quien me ha acompañado, quien me ha dado descendencia; la vida misma. Quien el amor ha hecho todo posible” y, paso seguido, dijo que ella “no estará para acompañarme solamente, sino para acompañar a las mujeres de Colombia en su esfuerzo para salir adelante, para crear, para luchar, para ser. Para superar la violencia dentro y fuera de las familias, para construir la política del amor”.
También habló de los invitados especiales, de quienes dijo: “Aquí está, como en el recorrido de mi existencia, el pueblo. Las manos humildes del obrero; aquí están las campesinas y las que barren las calles. Aquí están los corazones del trabajo, las ilusiones de quien sufre; aquí están las mujeres trabajadoras que me han abrazado cuando decaigo, cuando me siento débil. El amor al pueblo, a la gente que sufre excluida, es el que me tiene aquí para unir y construir una nación”.
Hoy empieza la segunda oportunidad
Para el Presidente es claro que “los colombianos y las colombianas hemos sido, muchas veces en nuestra historia, enviados a la condena de lo imposible, a la falta de oportunidades, a los no rotundos”.
“Quiero decirles a todos los colombianos y todas las colombianas que me están escuchando en esta plaza Bolívar, en los alrededores, en toda Colombia y en el exterior, que hoy empieza nuestra segunda oportunidad”, aseguró, al considerar que “nos la hemos ganado. Se la han ganado. Su esfuerzo valió y valdrá la pena. Es la hora del cambio. Nuestro futuro no está escrito. Somos dueños del esfero y podemos escribirlo juntos, en paz y en unión”.
Por esta razón, manifestó que “hoy empieza la Colombia de lo posible”, en la medida en que resaltó que “estamos acá contra todo pronóstico, contra una historia que decía que nunca íbamos a gobernar, contra los de siempre, contra los que no querían soltar el poder”.
“Pero lo logramos. Hicimos posible lo imposible. Con trabajo, recorriendo y escuchando, con ideas, con amor, con esfuerzo. Desde hoy empezamos a trabajar para que más imposibles sean posibles en Colombia. Si pudimos, podremos”, complementó.
Colombia unida
En sus palabras al país, el Presidente Petro anunció que “uniré a Colombia. Uniremos, entre todos y todas, a nuestra querida Colombia” y anotó que “tenemos que decirle basta a la división que nos enfrenta como pueblo. Yo no quiero dos países, como no quiero dos sociedades. Quiero una Colombia fuerte, justa y unida. Los retos y desafíos que tenemos como nación exigen una etapa de unidad y consensos básicos. Es nuestra responsabilidad”.
Recordó las palabras que le dijo una niña arahuaca durante la ceremonia de posesión ancestral del pasado viernes en la Sierra Nevada: “Para armonizar la vida, para unificar los pueblos, para sanar la humanidad, sintiendo el dolor de mi pueblo, de mi gente, aquí, este mensaje de luz y verdad, se esparza por tus venas –me decía–, por tu corazón y se conviertan en actos de perdón y reconciliación mundial. Pero primero, en nuestros corazones; primero, en mi corazón”.
Por ello, con base en estas palabras, el Mandatario reiteró: “Esta segunda oportunidad es para ella la niña arahuaca y para todos los niños y niñas de Colombia”.