GINEBRA (OIT Noticias) – Nuevas proyecciones indican que el desempleo mundial disminuirá modestamente este año, aún cuando persisten las desigualdades en los mercados laborales, con las mujeres de los países de bajos ingresos particularmente afectadas, según un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El informe Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo: Actualización de mayo de 2024 prevé que la tasa de desempleo mundial en 2024 se situará en el 4,9%, por debajo del 5,0% de 2023. La cifra revisa a la baja la anterior proyección de la OIT del 5,2% para este año. Sin embargo, se espera que la tendencia a la baja del desempleo se estabilice en 2025, con una tasa de paro del 4,9%, según el informe.
A pesar de estas perspectivas, el informe subraya la persistente falta de oportunidades de empleo. La OIT calcula que el «déficit de empleo» -que mide el número de personas sin trabajo pero que desean trabajar- se situará en 402 millones de personas en 2024. Esto incluye 183 millones de personas contabilizadas como desempleadas.
A pesar de nuestros esfuerzos para reducir las desigualdades a nivel mundial, el mercado laboral sigue siendo un campo de juego desigual
Director General de la OIT, Gilbert F. Houngbo
«El informe de hoy revela retos críticos en materia de empleo que aún debemos abordar. A pesar de nuestros esfuerzos para reducir las desigualdades a nivel mundial, el mercado laboral sigue siendo un campo de juego desigual, especialmente para las mujeres», dijo el Director General de la OIT, Gilbert F. Houngbo. «Para lograr una recuperación sostenible cuyos beneficios sean compartidos por todos, debemos trabajar hacia políticas inclusivas que tengan en cuenta las necesidades de todos los trabajadores. Debemos situar la inclusión y la justicia social en el centro de nuestras políticas e instituciones. De lo contrario, no alcanzaremos nuestro objetivo de garantizar un desarrollo fuerte e integrador».
Las cifras detalladas del informe muestran que las mujeres, especialmente en los países de renta baja, se ven desproporcionadamente afectadas por la falta de oportunidades. La brecha laboral de las mujeres en los países de renta baja alcanza un sorprendente 22,8%, frente al 15,3% de los hombres. Esto contrasta con los países de renta alta, donde la tasa es del 9,7% para las mujeres y del 7,3% para los hombres.
Estas diferencias son sólo la «punta del iceberg», ya que el número de mujeres completamente desvinculadas del mercado laboral es significativamente mayor que el de hombres. El informe concluye que las responsabilidades familiares pueden explicar gran parte de la diferencia observada en las tasas de empleo de mujeres y hombres. A escala mundial, el 45,6% de las mujeres en edad de trabajar estarán empleadas en 2024, frente al 69,2% de los hombres.
Incluso cuando las mujeres están empleadas, suelen ganar mucho menos que los hombres, sobre todo en los países de renta baja. Mientras que en los países de renta alta las mujeres ganan setenta y tres céntimos por cada dólar que ganan los hombres, esta cifra desciende a sólo cuarenta y cuatro céntimos en los países de renta baja.
En términos más generales, a pesar de la adopción de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en 2015, los avances en la reducción de la pobreza y la informalidad se han ralentizado en comparación con la década anterior. El número de trabajadores en empleo informal ha crecido de aproximadamente 1.700 millones en 2005 a 2.000 millones en 2024. Para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, se necesita urgentemente «un enfoque integral» para reducir la pobreza y la desigualdad, concluye el informe.