“Yo sí los invito a cumplir la palabra. La palabra tiene poder, la palabra es lo que nos ha hecho seres humanos. Cumplir la palabra: Reforma Agraria para el campesinado, transformación del territorio excluido de verdad, priorizando las inversiones allí, y verdad para el perdón social”.
De esta manera, el presidente Gustavo Petro invitó a los expresidentes del país a hacer un Acuerdo Nacional para respetar el Acuerdo de Paz, que fue entregado al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidad como una Declaración Unilateral de Estado y que compromete a Colombia, ante el mundo, a cumplir lo pactado.
Durante la entrega de la hacienda Yajaira a la Asociación de Productores Agrícolas en el municipio de Santa Bárbara de Pinto (Magdalena), el jefe de Estado insistió en que “los invito a hacer ese Acuerdo Nacional, como el mismo Juan Manuel Santos firmó que lo haría. Yo lo invito a hacerlo, no para hablar conmigo, si quieren no estoy allí, apoyamos, pero ese Acuerdo Nacional no es una simple charlatina, no es un poema que se olvida, no es un libro que queda en los anaqueles, ese Acuerdo Nacional tiene que tomar la forma de la norma, de la ley, de la norma superior”.
Reiteró que la entrega de ese Acuerdo de Paz al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en las tres tareas de Reforma Agraria, transformación del territorio y verdad completa y judicial para el perdón social, “se nos convierten en tareas básicas, fundamentales, estratégicas, no de un gobierno que se puede pintar de cualquier color, sino de toda la sociedad colombiana y su historia”.
El presidente Petro aclaró que “una Declaración Unilateral de Estado no es una constituyente, como dicen por ahí, para asustar ingenuos”.
En este sentido, dijo que “una constituyente no debería asustar a ningún ingenuo, porque es el momento más alto de la democracia que puede tener una sociedad, sino que una Declaración Unilateral de Estado es un compromiso que nos obliga a todos, al Ejército, a la Policía, al Gobierno, a los ministerios, al Congreso de la República, a las cortes, a los magistrados y a la sociedad toda a cumplir una palabra que empeñó el Jefe del Estado ante la humanidad”.
El Presidente cuestionó sobre los temores que existen a que la palabra se vista de Constitución y aseguró: “¿Cuál es el miedo? Si es que es la palabra de la paz, si es que es la palabra del amor, si es que es la palabra de la verdad, la palabra de la justicia social. ¿Por qué nos va a dar miedo de que sea una palabra constitucional? ¿Acaso es que solo las palabras sanguinarias, duras del odio, se pueden volver constitución?”, enfatizó.
Paso seguido, aclaró: “No señores, aquí queremos, lo decidieron, lo decidimos, pasar una era de sangre, pasar esa página definitivamente y empezar una era de la vida en esta misma región, la depresión momposina del Magdalena pobre”.