El régimen iraní sigue ampliando su programa nuclear con toda su fuerza a pesar del optimismo del mundo de que la diplomacia sigue siendo la mejor opción para evitar que Irán obtenga armas nucleares.
Actualmente, el régimen está enriqueciendo uranio a una pureza superior al 63% en Natanz, Irán, lo que se acerca al 90% de enriquecimiento para armas. Está almacenando más uranio enriquecido, utilizando centrifugadoras avanzadas más eficientes y realizando experimentos con uranio metálico, un material necesario para la fabricación de armas.
Estas expansiones indican que hay pocas razones para que el mundo cuente con el éxito diplomático. Algunos analistas sostienen que la acción militar es la única opción para disuadir a Irán de hacer avanzar su programa nuclear; otros afirman que un ataque preventivo no pondría fin a las ambiciones nucleares de Irán y alentaría al régimen a acelerar su acumulación de energía atómica libre de restricciones internacionales. Este último argumento indica lo difícil que se ha vuelto para los observadores externos comprender las múltiples crisis que enfrenta el régimen cuando evalúan la respuesta del régimen iraní a la infraestructura nuclear destruida.
Los ataques preventivos contra las instalaciones nucleares de Irán presentan un desafío militar enormemente complejo. Sería un error suponer que el régimen reconstruiría o aceleraría una mayor acumulación de su energía nuclear si se destruye efectivamente. El régimen enfrenta múltiples desafíos que dificultan la asignación de fondos suficientes para reconstruir un programa de armas nucleares destruido.
Primero, la proliferación nuclear no puede ocurrir sin grandes recursos. Los programas de armas nucleares son extremadamente costosos, sobre todo debido a la búsqueda cada vez mayor de arsenales y sistemas de entrega más grandes. El costo de una sola ojiva tipo B61 es de aproximadamente $ 20 millones, y el costo de un solo sistema de entrega terrestre es aún mayor, entre $ 50 millones y $ 85 millones. Otros costos incluyen desarrollo, pruebas, evaluación, construcción, personal, costos del ciclo de vida del proyecto y operación y mantenimiento de los misiles.