Por  TIA GOLDENBERG y MELANIE LIDMAN

RE’IM, Israel (AP) — Los israelíes celebraron el lunes solemnes ceremonias para conmemorar un año del ataque más letal en la historia del país , una incursión liderada por Hamas que destrozó su sensación de seguridad y desde entonces desembocó en guerras en dos frentes sin un final a la vista.

Hamas conmemoró el aniversario de su ataque del 7 de octubre de 2023 disparando una andanada de cohetes contra Tel Aviv, lo que subraya su resistencia después de un año de guerra y devastación en Gaza . El Hezbolá libanés, que ha estado disparando cohetes contra Israel durante el último año en apoyo de su aliado Hamas, lanzó más de 170 a través de la frontera el lunes.

Mientras el primer ministro Benjamin Netanyahu prometía presionar a Israel por todos los lados, el ejército dijo que los aviones de combate que tenían como objetivo las posiciones de Hezbollah bombardearon el sur del Líbano con más de 120 ataques en una hora. Un ataque anterior mató al menos a 10 bomberos libaneses, el último de docenas de socorristas muertos en las últimas semanas, según el Ministerio de Salud del país.

En una posible señal de la expansión de su campaña, Israel dijo que pronto lanzará operaciones en la costa sur del Líbano, pidiendo a los residentes que se mantengan alejados de las playas y el mar en un tramo de 60 kilómetros (36 millas) a lo largo del Mediterráneo.

En Cisjordania ocupada por Israel, las tropas israelíes dispararon y mataron a un niño palestino de 12 años en un campo de refugiados, según informaron funcionarios sanitarios palestinos. El ejército afirmó que abrió fuego contra palestinos que lanzaban piedras a sus fuerzas.

Un año después del sorpresivo ataque transfronterizo de Hamás , la guerra en Gaza continúa, mientras Israel libra una nueva guerra contra Hezbolá , intensificando su campaña de bombardeos en el Líbano en las últimas tres semanas. También hay un creciente conflicto con Irán -que apoya tanto a Hamás como a Hezbolá- que amenaza con arrastrar a la región a una conflagración aún más peligrosa.

Dos actos conmemorativos israelíes pusieron de relieve las divisiones del país. Uno de ellos fue organizado por el gobierno y el otro en Tel Aviv por las familias de los muertos el 7 de octubre y de los rehenes que siguen retenidos en Gaza. Se negaron a participar en la ceremonia oficial, indignados con Netanyahu por los fallos de seguridad cometidos el día del ataque y por no haber devuelto todavía a todos los rehenes.

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