RABAT, Marruecos (AP) — Las naciones árabes que han normalizado o están considerando mejorar sus relaciones con Israel están bajo una creciente presión pública para cortar esos vínculos debido a la guerra de Israel contra Hamas.
Decenas de miles de personas han salido a las calles de Rabat y otras ciudades marroquíes en apoyo a los palestinos. En Bahrein, un país que casi nunca permite protestas, la policía permaneció impasible mientras cientos de personas marchaban el mes pasado, ondeando banderas y reuniéndose frente a la embajada de Israel en Manama.
Las manifestaciones, que reflejan las protestas en todo el Medio Oriente, presentan un dilema incómodo para los gobiernos que han disfrutado de los beneficios de vínculos militares y económicos más estrechos con Israel en los últimos años.
En Egipto, que ha tenido vínculos con Israel durante décadas, los manifestantes se manifestaron en ciudades y universidades, gritando en ocasiones “Muerte a Israel”. La semana pasada, un comité parlamentario en Túnez presentó un proyecto de ley que criminalizaría la normalización con Israel.
En Marruecos y Bahrein, la ira pública tiene una dimensión adicional; Los activistas exigen la revocación de los acuerdos que formalizan los vínculos con Israel, subrayando la discordia entre los gobiernos y la opinión pública.
Los Acuerdos de Abraham, negociados por Estados Unidos y destinados a lograr un reconocimiento más amplio de Israel en el mundo árabe, allanaron el camino para acuerdos comerciales y cooperación militar con Bahréin , Marruecos , Sudán y los Emiratos Árabes Unidos a partir de 2020. Sus gobernantes autocráticos, así como Los funcionarios estadounidenses e israelíes continúan presentando los acuerdos como un paso hacia un “ nuevo Medio Oriente ” en el que vínculos más estrechos podrían fomentar la paz y la prosperidad.
Los acuerdos marcaron una importante victoria diplomática para Marruecos porque llevaron a Estados Unidos (y eventualmente a Israel) a reconocer su autonomía sobre el disputado Sáhara Occidental . El Ministerio de Asuntos Exteriores de Marruecos no respondió a las preguntas sobre el acuerdo o las protestas.
Los acuerdos también llevaron a Washington a eliminar a Sudán de su lista de estados patrocinadores del terrorismo, presentando un salvavidas para la junta militar gobernante que lucha contra un movimiento prodemocracia y una inflación vertiginosa.