El sistema energético de Europa se enfrenta a una crisis sin precedentes, con precios mayoristas de electricidad y gas que se han multiplicado por 15 desde principios de 2021, escriben Jeromin Zettelmeyer y colegas de Bruegel para la Revista Finanzas y Desarrollo del FMI (F&D).
Los gobiernos europeos han comenzado a implementar una variedad de respuestas políticas. Una evaluación de las opciones políticas disponibles conduce a una conclusión clara. El enfoque que mejor aborda ambos problemas es un esfuerzo coordinado de los gobiernos para reducir la demanda de energía y aumentar la oferta mientras se mantienen abiertos los mercados energéticos internos y se protege a los consumidores vulnerables.
“La crisis energética plantea un reto inmenso que ningún estado europeo puede afrontar solo”, concluyen los autores.