Por SAMY MAGDY y WAFAA SHURAFA
NUSEIRAT, Franja de Gaza (AP) — Ali Al-Taweel nació cuando los aviones de guerra israelíes comenzaron a bombardear la Franja de Gaza después del sorpresivo ataque transfronterizo de Hamas en el sur de Israel.
Ahora, el niño palestino celebrará su primer cumpleaños mientras la guerra entre Israel y Hamás cumple un año. Para su familia, ha sido un año lleno de incertidumbre y ansiedad, mientras se trasladaban de un lugar a otro en medio de una destrucción generalizada y recursos limitados.
“Yo había preparado otra vida muy dulce para él”, dijo la madre de Ali, Amal Al-Taweel, a The Associated Press en una entrevista. “La guerra lo ha cambiado todo”.
Cuando comenzó la guerra el 7 de octubre del año pasado, Al-Taweel fue trasladada de urgencia a un hospital en el centro de Gaza para dar a luz a un niño que ella y su esposo, Mustafa Al-Taweel, habían buscado durante tres años. Después del nacimiento de Ali, su familia regresó a su hogar en el barrio de Zahrah, justo al norte de Wadi Gaza, pero se vieron obligados a huir el 18 de octubre, justo un día antes de que los aviones de guerra israelíes bombardearan la zona, dijo Al-Taweel.
Desde entonces, viven en casas de familiares y en refugios en el centro y sur de Gaza, incluida la ciudad de Rafah antes de que el ejército israelí la invadiera en mayo. Ahora se refugian en la casa de los padres de Al-Taweel en el campo de refugiados de Nuseirat, junto con otros 15 familiares.
“Fue un año muy difícil, malo en todos los sentidos: desde el punto de vista de la salud y desde el punto de vista psicológico”, dijo la mujer de 30 años, añadiendo que su hijo creció en un contexto de bombardeos y asesinatos diarios.
El ataque liderado por Hamás el 7 de octubre de 2023 mató a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y tomó como rehenes a unas 250, incluidos niños y un recién nacido. Israel respondió con una de las campañas militares más letales y destructivas de la historia reciente. La guerra ha matado a unos 42.000 palestinos, muchos de ellos mujeres y niños, según el Ministerio de Salud de Gaza, que no hace distinción entre civiles y combatientes.