La pandemia del Covid-19 se convirtió en uno de los principales contribuyentes y determinantes del panorama de la economía nacional y del sector.
La inflación es un fenómeno mundial que implica el incremento generalizado de los precios de los bienes y servicios, hoy en día profundizado por factores globales, tales como la baja disponibilidad de contenedores, la reducción de la oferta global de insumos como consecuencia de la paralización de actividades que generó la pandemia del Covid-19 y la guerra entre Rusia y Ucrania. El efecto inflacionario se ha manifestado en Colombia con el aumento de los precios de los alimentos, la energía y de los bienes y servicios básicos, afectando tanto las decisiones de consumo de los hogares como la rentabilidad y flujo de caja de las empresas, entre ellas, el sector hotelero.
El elevado crecimiento de la inflación genera alertas entre los sectores económicos y empresariales, puesto que sus actividades se están viendo afectadas a través de un mayor costo por la adquisición de insumos y el aumento de los costos de operación dado el incremento en el precio de servicios públicos, entre los cuales la energía tiene un importante peso. Las consecuencias se traducen en pérdidas monetarias y cambios abruptos en las logísticas comerciales.
Específicamente en Colombia, la situación es igual de preocupante, ya que, después de la crisis ocasionada por la pandemia del Covid-19 y a pesar de las medidas tomadas por el Gobierno Nacional, en el mes de marzo del año 2021, la inflación anual llegó a su punto máximo y se ubicó por encima del 9,23% consolidándose como la cifra más alta desde hace 21 años; en el mes de mayo del 2022, según los datos expuestos por el DANE, la inflación anual bajó y registró un nivel de 9,07%, datos alentadores para el país en materia de recuperación económica.
Aunque esta variación de los últimos meses es un aliciente, las familias colombianas siguen viendo el panorama muy incierto para sus hogares, ya que el precio de los alimentos y de los servicios públicos siguen en aumento. Se espera que la tendencia de recuperación se siga manteniendo estable y que con las medidas del Gobierno se logren los objetivos propuestos.
Por otro lado, el sector hotelero y turístico no está exento del fenómeno inflacionario, ya que según datos revelados por El Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE), las categorías que siguen impulsando la inflación anual son: alimentos y bebidas no alcohólicas, con una variación de 21.60% y restaurantes y hoteles con 14,73%. Cabe resaltar que dentro de esta industria se involucran diversos elementos de la cadena de valor de la economía nacional y local que han sido partícipes de su aumento porcentual en los últimos meses.
Algunos alimentos como la carne, el tomate, el arroz y la leche son actualmente los productos más encarecidos, lo que se suma al aumento de los precios en los servicios públicos, especialmente el de energía eléctrica. Esta situación imposibilita la recuperación económica del sector turístico y hotelero, quien no ha tenido descanso después de superar una pandemia, así los dolores de cabeza no paran. Es por ello que los empresarios del sector se han visto en la necesidad de invertir más dinero en sus actividades e instalaciones, por ende, los costos de sus servicios han tenido un aumento significativo con el objetivo de balancear sus costos y gastos.
Omar García, Presidente Ejecutivo de Cotelco Magdalena, afirma que “Desde el departamento la asociación seguirá aportándole a la economía de la ciudad para continuar por la senda de la recuperación”. Además, hace una invitación al Congreso de la República para mantener los beneficios que tiene la hotelería y el turismo en la ley de inversión social, tales como la suspensión del cobro de contribución a la sobretasa de energía e invita a los entes reguladores a nivel local a buscar estrategias que contribuyan a frenar las alzas.
A nivel local, la situación no da tregua, las cifras suministradas por el DANE advierten que Santa Marta se encuentra entre las ciudades capitales más caras del país, con una inflación anual del 12,63%, y con tendencia al alza en el precio de los alimentos. Sectores como el turístico y hotelero, que aportan en gran medida a la economía local, están muy preocupados por la situación, porque a duras penas están logrando salir de los estragos de la pandemia y ahora se deben enfrentar a los altos precios en la ciudad.
A pesar de la situación expuesta, “Los hoteles afiliados a Cotelco en nuestro destino, están ofreciendo unas tarifas competitivas para que los mercados de turismo doméstico sigan eligiendo a Santa Marta como su lugar de descanso, negocios o eventos”. Comentó García.
En este punto es necesario resaltar, que el turismo representa el 3,6% del PIB nacional, el 10% del PIB mundial y es una industria que genera 1 de cada 11 empleos. Es por ello que, para la consolidación y desarrollo de la economía, el avance de la actividad turística y hotelera es de gran ayuda, pues con estas cifras se demuestra la gran influencia que tiene el sector en Colombia. En medio de esta situación se evidencia la importancia de seguir apoyando e impulsando industrias como el turismo, ya que pueden servir de base para superar situaciones difíciles y avanzar como país.
El estado de la inflación a nivel mundial, nacional, regional y local es preocupante, es por ello que se deben establecer alternativas en las que se incluyan a todos los sectores del país tanto de la rama pública, privada y social, para que sean las mismas personas que están enfrentando el impacto de este fenómeno, quienes se involucren en la búsqueda de soluciones.
La importancia de que se integren a todos los sectores de la sociedad es clave para que estos procesos de reactivación económica, disminución en el alza de los alimentos y servicios, den resultado. Se debe afrontar esta problemática combinando herramientas de tipo monetario, con estrategias de comunicación para crear conciencia en toda la ciudadanía.
En este caso es indispensable tener el respaldo de los líderes políticos del país, para que todos estén involucrados en el proceso de seguir impulsando la economía, pero de una manera responsable, siendo consciente de todos los factores globales a los que se enfrentan y así dar alternativas viables para seguir manteniendo y mejorando lo aportado y construido durante estos años por todos los sectores del país.